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Nosotros (Ministerios MASY) estamos continuamente aprendiendo a tener gratitud y estar agradecidos por nuestro hogar como la base del evangelismo. Vemos el evangelismo en tres niveles: hogar, comunidad y ámbito laboral. Analicemos estos niveles y cómo podemos esforzarnos por ser sólidos en cada uno de ellos.
Vivir en equilibrio
La gente siempre me preguntaba: “¿Cómo puedes dirigir un ministerio, trabajar a tiempo completo y tener una vida familiar?” Cuando surgen preguntas como estas, me impulsan a compartir los tres niveles de evangelismo que me permiten estar agradecido por tener una vida bendecida y equilibrada.
Nivel 1: Evangelismo en el Hogar
“Y si es malo a vuestros ojos servir a Jehová, escojan hoy a quién servirán, si a los dioses que sirvieron vuestros padres en la región al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitan. Pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué 24:15)
Este texto bíblico me dice que antes de poder compartir el evangelio en mi comunidad y en el ámbito laboral, debo ministrar a mi esposa e hijos. Este equilibrio mantiene al enemigo a raya tanto en nuestra relación como en nuestro hogar. Me permite amar a mi esposa como Cristo ama a la Iglesia (Efesios 5:25). Podemos esforzarnos por llevar a todos a Cristo y perder la oportunidad de amar a nuestra familia. He visto ministerios empujar a pastores, evangelistas y otros líderes profundamente al ministerio donde comienzan a descuidar a su familia. Es fundamental que viva un estilo de vida de discipulado en el hogar.
Aquí hay algunos ejemplos de evangelismo en el hogar:
• Sea intencional al leer la palabra de Dios junto con tu familia.
• Ten un día como “día de reposo” o “Sabbath” durante la semana.
• Separe una noche para salir con su cónyuge al menos dos veces al mes.
• Orar juntos en familia
• Trabajar en un ministerio juntos.
Nivel 2: Evangelismo Comunitario
El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.” (Marcos 12:31)
El segundo mandamiento después del mandamiento más importante que Dios emitió fue amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Encuentro un equilibrio en mi gratitud cuando logro, en primer lugar, amar a mi familia y evangelizar en mi hogar y luego amar a mi prójimo como a mí mismo. Si los cimientos de su hogar no están fundamentados en el evangelio, sus vecinos no verán el amor de Jesucristo dentro de usted o de su hogar. En Ministerios MASY y en nuestra familia, nos esforzamos por vivir la misión de Hechos 1:8 amando a nuestra “Jerusalén”, también “Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra”.
Esto describe una vez más el equilibrio que nos mantiene agradecidos por el ministerio.
Algunos ejemplos de evangelismo comunitario:
• Compartir el evangelio en su comunidad o en su cuadra
• Alimentar a las personas sin hogar
• Ofrecerse como asistentes de limpieza para los ancianos
• Celebrar festivales comunitarios/campañas
Nivel 3: Evangelismo en el ámbito laboral
“Por tanto, somos embajadores de Cristo, Dios hace su llamamiento a través de nosotros. Les rogamos en nombre de Cristo, reconcílience con Dios”. (2 Corintios 5:20)
He trabajado con Southwest Airlines durante más de veinte años, lo que se ha convertido en mi “ministerio de hacer carpas”. (Hechos 18:3) Esta experiencia en el mercado no solo me ha permitido mantener a mi familia, sino que me ha dado un campo abierto para vivir como embajador de Cristo. A veces olvidamos que nuestro lugar de trabajo es tierra fértil. Nuestros compañeros de trabajo y clientes están viviendo vidas rotas y necesitan un verdadero encuentro con el Espíritu Santo.
Nunca debemos perder la oportunidad de vivir que el evangelio de Jesucristo en medio de las personas que necesitan de Cristo.
Algunos ejemplos de evangelización en el ámbito laboral:
• Ofrecer oración en su trabajo
• Dirigir estudios bíblicos
• Invitar a la gente a tomar un café
• Ser intencional en la construcción de relaciones piadosas sólidas
En conclusión
Después de leer el libro Concentric Circles of Concern (Círculos concéntricos de preocupación) de W. Oscar Thompson, JR, aprendí a no tratar de salvar el mundo y perder mi hogar. Me enfoco en amar y evangelizar a mi esposa, hogar y familia, antes de compartir el evangelio fuera de mi círculo íntimo. Jesucristo nos enseña a amar a nuestra esposa como Él ama a la iglesia. Él nos pide que amemos también a los “más pequeños de ellos”. (Mateo 25:40) Aquí es donde debe vivir su equilibrio. Estoy tan agradecido a Dios de que Él me haya equipado para lograr el equilibrio y el balance entre la vida y el ministerio.
¿Cómo va su balance?
