¡GRAN EVANGELISTA!
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02/25/2020LA VERDADERA GUERRA ESPIRITUAL: EL EVANGELISMO
El evangelismo masivo es un método de obediencia a Jesucristo en el área tan crucial de comunicar la gracia de Dios a los hombres. Como método no es sagrado ni perfecto, pero, realmente, no hay métodos perfectos. El método es simplemente un vehículo. Solo la persona del Señor Jesucristo, la verdad del mensaje del evangelio, el fundamento de la Escritura y la unción del Espíritu Santo pueden hacer que un método sea eficaz.
En tanto el Señor siga inspirando en ciertos creyentes la pasión por las multitudes, el evangelismo masivo tiene gran futuro. Siervos de Dios como D. L. Moody, Juan Wesley y Billy Graham, todos practicaron evangelismo masivo y sus vidas han tocado a millones. La influencia de cada uno puede sentirse aún hoy. Y por la gracia Dios otros siervos como ellos serán levantados por el Señor en el futuro.
El evangelismo masivo continúa siendo una de las herramientas más poderosas que Dios ha puesto en nuestras manos, particularmente en esta generación. ¿Por qué? Porque hoy el evangelismo masivo significa no solo multitudes en auditorios y estadios, sino también el uso de la televisión, la radio, las redes sociales y los demás medios modernos para comunicar el evangelio de Jesucristo.
Creo enfáticamente en el futuro del evangelismo masivo por las siguientes razones:
RAZÓN 1: A través de campañas unidas, el evangelismo masivo comunica la verdad de Dios a millares y millares de personas. Nuestro objetivo es agradar a Dios, y el Nuevo Testamento declara claramente que el profundo deseo de Dios es que prediquemos el evangelio. Dios se complace cuando anunciamos su mensaje de salvación a las multitudes. No podemos alegar que la responsabilidad no es nuestra. La salvación es de Dios, pero Él usa a personas como instrumentos para comunicar su verdad al mundo.
RAZÓN 2: A través del evangelismo masivo, ciudades enteras y a menudo naciones, son conscientes de que Dios está obrando y el mensaje del evangelio se convierte en tema del momento. Hay interés y expectación en las conciencias de millares. En hogares, oficinas y restaurantes la gente habla acerca de Dios y de la Biblia, lo cual se convierte en puente maravilloso para llegar a las almas de los hombres. Los creyentes de pronto descubren que abundan las oportunidades para testificar.
RAZÓN 3: El evangelismo masivo capta la atención de líderes nacionales y llega a segmentos de la sociedad de otra manera inaccesibles. Cuando los líderes se dan cuenta de que se reúnen multitudes o hay gran impacto en los medios de comunicación, a menudo están dispuestos a escuchar. Del mismo modo que gobernadores (Hechos 13) y reyes (Hechos 26) prestaron oídos al apóstol Pablo, hoy también los líderes de naciones deben oír la Palabra de Dios.
RAZÓN 4: Las campañas de evangelismo masivo pueden alcanzar a personas con hambre espiritual perdidas en nuestras vastas áreas metropolitanas. Como Cornelio en Hechos 10, están esperando las Buenas Nuevas de Dios. El evangelismo masivo atrae a esta gente a la cruzada, donde a menudo responden al evangelio y son transformados por el poder de Cristo.
RAZÓN 5: La explosión demográfica demanda campañas de evangelismo porque constantemente hay nuevas generaciones que tienen que escuchar. Incluso en ciudades ya evangelizadas, cada nueva generación debe tener la oportunidad de responder al evangelio.
El evangelismo masivo es evangelismo personal multiplicado por mil, complementa los esfuerzos de la iglesia local y satisface las necesidades a una escala que la iglesia local no puede lograr.
Nuestro mandamiento es evangelizar a toda criatura. Jesús dijo en Lucas 14: “Fuérzalos a entrar”. El evangelismo masivo no sólo llega a millares en forma directa, sino que también estimula a los creyentes a testificar de Cristo diariamente.
RAZÓN 6: Cada día mueren 200.000 personas en el mundo, y un alto porcentaje se enfrenta a una eternidad sin Cristo. No hay justificación para permanecer pasivo e indiferente. Quienes se dirigen a la muerte y al infierno deben saber que la salvación por fe en Jesucristo se ofrece a todo aquel que cree.
Mi equipo y yo no podemos hacerlo todo —pero hacemos nuestra parte. Lo mismo puede hacer cada cristiano. Y cuanto más hagamos, mejor.
RAZÓN 7: El deber que ha sido descuidado en el pasado requiere medidas extraordinarias en el presente. No nos engañemos. Aunque el ideal es que a través del testimonio diario el Cuerpo de Cristo sature la tierra con las Buenas Nuevas de Dios, no es lo que sucede.
Porque hemos descuidado nuestra responsabilidad evangelística cotidiana, debemos entonces sembrar la semilla y echar la red en forma agresiva. Esta generación se ha comportado como si tuviéramos toda la eternidad para evangelizar al mundo, pero el tiempo se está acabando. Millones están muriendo. ¿Cuánto tiempo más esperaremos para empezar a ganar almas para Cristo?
RAZÓN 8: El evangelismo masivo tiene una atracción especial para la juventud. A pesar de que a menudo los jóvenes parecieran indiferentes al cristianismo, en campaña tras campaña son quienes más responden. En vista de que más de la mitad de la población mundial tiene menos de 25 años de edad, debemos hacer énfasis en un método que atraiga a la juventud a Jesucristo.
RAZÓN 9: Una de las funciones del evangelismo masivo es probar el terreno y revelar cuáles son los segmentos de la población que responden al mensaje. Esto ayuda a plantar iglesias locales. El evangelismo masivo indica dónde hay puertas abiertas para un continuo crecimiento de la iglesia.
RAZÓN 10: El evangelismo masivo —practicado en el poder del Espíritu Santo y basado en la Palabra de Dios— ayuda a los creyentes a presentar al mundo un frente unido. El escándalo de divisiones dentro del cristianismo requiere que se realicen campañas unidas. Digamos al mundo que nos amamos y tenemos las mismas verdades fundamentales. Cuando se rompen barreras y se dejan atrás animosidades, los creyentes experimentan como nunca antes “el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Romanos 5:5).
Cuando Dios obra a través del evangelismo masivo unido, hay sanidad espiritual en el Cuerpo de Cristo. Los creyentes descubren la realidad de las palabras de Jesús: “Para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21).
La presencia de Dios y la bendición de los esfuerzos unidos de evangelismo pocas veces se experimentan en otras circunstancias. La promesa de Dios del Salmo 133 de pronto cobra vida: “Cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía… allí envía Jehová bendición y vida eterna”.
Las campañas masivas unidas dicen al mundo que tenemos una fe en común que nos une en el amor de Jesucristo y en amor entre nosotros. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos”, dijo Jesús, “si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).
RAZÓN 11: El evangelismo masivo permite llegar a “los intocables” con la Palabra de Dios. Por intocables me refiero a las clases altas, los profesionales, los académicos, los escritores, los artistas y gente del espectáculo, a quienes en muchas naciones no se alcanza con el mensaje de Dios. El evangelismo masivo que utiliza todos los medios de comunicación tiene un increíble poder de penetración.
RAZÓN 12: El evangelismo masivo provee una plataforma histórica para que la voz de Dios sea proclamada a una nación a través de su pueblo.
Al proclamar la Palabra de Dios a una escala que no puede ser ignorada, una campaña masiva unida obliga a una ciudad a confrontarse con el Dios viviente. De esa manera el evangelio puede sacudir a toda una ciudad —incluso a una con millones de personas. Y esa ciudad nunca volverá a ser la misma porque todos sus habitantes habrán escuchado el mensaje de Dios.
RAZÓN 13: En el poder del Espíritu Santo, el evangelismo masivo echa fuera los poderes de las tinieblas que dominan ciudades y naciones enteras. El poder de las fuerzas de la oscuridad se rompe cuando el Cuerpo de Cristo —en obediencia al mandamiento del Salvador— se mueve en una ciudad o un país a nivel masivo con la proclamación del evangelio.
Un esfuerzo unido fuerza a los creyentes a batallar en una lucha espiritual que desafía el poder de Satanás. Esa guerra espiritual hace que la iglesia se afirme en la fe para caminar en santidad, para pensar espiritual y estratégicamente y para proclamar el poder de la sangre de Cristo.
RAZÓN 14: Aunque el evangelismo masivo tiene como propósito primordial la salvación de inconversos, una campaña también trae regocijo a los cristianos que se juntan por millares para oír la proclamación de la Palabra de Dios.
Los inconversos se salvan y los cristianos se gozan. De pronto pueden llegar a imaginar en parte lo que será la celebración en el cielo, según se describe en Apocalipsis 7:9-10, “Una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero... y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero”.
RAZÓN 15: Al tiempo que los creyentes son entrenados para discipular a los nuevos creyentes de la futura campaña, la comunidad cristiana toda recibe consejo y dirección de parte de pastores. Los cristianos se alistan a ayudar a los nuevos convertidos, y encuentran respuestas a preguntas que solían hacerse. El entrenamiento de los obreros de la campaña une a los creyentes de los varios segmentos del Cuerpo, haciendo que las debilidades de un segmento se equilibren con los puntos fuertes de otro. De esta manera se aboga por el objetivo expresado en Efesios 4:12, “a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo” (BA).
RAZÓN 16: Una y otra vez el hecho de estar involucrados en evangelismo masivo produce resultados muy positivos en cada cristiano. Los creyentes son sacudidos, reavivados y transformados. Quienes antes se sentían desanimados y solos, de pronto están entusiasmados en cuanto al evangelio y a la parte que les toca en la proclamación. Hay un sentido de unidad en todo el Cuerpo de Cristo.
RAZÓN 17: El evangelismo masivo realza la imagen de la cristiandad bíblica. En muchas naciones la gente cree que los cristianos en su mayoría son ignorantes, anticuados y tontos. Una campaña exitosa deja una profunda impresión que honra a Dios y resulta en nuevas oportunidades para compartir el evangelio de Cristo.
RAZÓN 18: El evangelismo masivo pone en uso todos los dones del Espíritu Santo para gloria de Dios. Una campaña a nivel de toda una ciudad es un trabajo gigantesco pero, cuando los cristianos de esa ciudad comparten la responsabilidad de la campaña, se ponen en funcionamiento los dones espirituales. Los creyentes sienten el llamado del Señor de que ahora es tiempo de servir al Salvador con sus dones.
RAZÓN 19: En cada campaña muchos creyentes por primera vez guían a Cristo a otra persona. El evangelismo masivo provee oportunidades para que todo creyente crezca y se desarrolle en evangelismo. Aun los cristianos tímidos son motivados en virtud del estímulo provisto por la atmósfera de trabajo de la campaña. Muchos creyentes que experimentan el evangelismo a través de una campaña, deciden luego dedicarse al ministerio de evangelización. Algunos cristianos —incluso pastores y líderes— nunca han tratado de guiar a otro a Cristo. ¿Por qué no evangelizan? No porque no quieran sino porque no saben hacerlo. El evangelismo masivo supera los obstáculos enseñando con el ejemplo.
RAZÓN 20: El evangelismo masivo pone los medios de comunicación al servicio del Creador soberano. Creo que Dios permitió la invención de la moderna tecnología de comunicación para que la utilicemos proclamando su evangelio. De esta manera, cuando la televisión, la radio, películas y publicaciones se convierten en instrumentos de Dios, cumplen su santo propósito de redimir y bendecir a la humanidad.
Dios puede usar a todos y todo para glorificar su nombre. Toda la creación fue hecha para gloria de Dios y, por lo tanto, debe ser puesta a su servicio. Los medios masivos pueden captar la atención de un público indiferente y dirigirla hacia la predicación de la salvación eterna en Jesucristo —el mejor mensaje que puedan recibir.
RAZÓN 21: El evangelismo masivo resulta en crecimiento de iglesias y en el comienzo de nuevas. En nuestros años de ministerio, luego de campañas masivas, hemos visto centenares de nuevas congregaciones y gran cantidad de iglesias experimentando crecimiento sólido.
La cantidad de nuevos convertidos a través de la acción soberana del Espíritu Santo es la razón más obvia para este gran esfuerzo. Pero además, las campañas masivas también pueden aumentar la visión de los líderes de las iglesias para el crecimiento e iniciación de nuevas congregaciones.
RAZÓN 22: Como resultado de campañas evangelísticas masivas, muchos reciben llamados a ministerios de tiempo completo. Esto a menudo sucede con jóvenes quienes después de probar el gozo del trabajo en una campaña, no se conforman con nada menos que servicio completo al evangelio de Jesús.
Incluso muchos de los líderes cristianos de hoy en todo el mundo respondieron al llamado de Cristo durante campañas masivas en el pasado. Dios mediante, esos mismos puestos de liderazgo en el siglo XXI serán ocupados por aquellos que hoy están respondiendo a la voz de Dios en las campañas masivas.
RAZÓN 23: El evangelismo masivo actúa como catalizador para otras formas de evangelismo y enseñanza bíblica. Las campañas abren puertas para distintos ministerios, puertas que de otra manera tal vez no se abrirían. Durante las campañas masivas los creyentes están más dispuestos a iniciar nuevos métodos de ministerio y evangelización.
RAZÓN 24: La confesión pública de la fe en Cristo refuerza en la mente de un individuo su decisión para con Cristo.
Una campaña masiva de evangelización da como resultado millares de personas que hacen confesión pública de su fe en Jesucristo, y nosotros a veces olvidamos qué experiencia tan profunda es esto para cada individuo. Al tomar este paso en presencia de una multitud, la decisión interior se afianza. Los vecinos, amigos y parientes observan cuando la persona entrega su vida al Señor Jesús y abre su alma no sólo a Dios sino también a todo el Cuerpo de Cristo. Un bien planeado ministerio de consolidación reafirma y refuerza esa decisión una vez más.
De la misma manera que los apóstoles pedían de los creyentes bautismo público y visible, en el evangelismo masivo la respuesta pública al evangelio habla de resultados cuantiosos y duraderos.
RAZÓN 25: El evangelismo masivo crea un clima de justicia y honestidad en todos los aspectos de la vida nacional. Tal atmósfera abre las puertas para que el Cuerpo de Cristo tenga influencia en la sociedad como sal de la tierra y luz del mundo.
Millares se convierten y sus vidas se transforman. La ciudad y la nación entera podrá ser afectada en el aspecto económico, político y social. Sucede hoy en muchos países. Mientras más gente se convierte, tanto más se ve el efecto en la sociedad. De manera que la proclamación del evangelio lleva a un positivo avance social.
RAZÓN 26: El evangelismo masivo conduce a una renovación espiritual dentro de la iglesia. En la historia muy pocos avivamientos surgieron sin que también haya habido grandes movimientos de evangelización. Los testimonios de grandes cruzadas son suficiente evidencia de que el evangelismo activo produce avivamiento en la iglesia. Los apartados regresan, los inmaduros crecen, los creyentes se animan y los pastores se fortalecen.
RAZÓN 27: Por último, el evangelismo masivo glorifica a Dios y es agradable a sus ojos.
Glorifica a Dios porque proclama la santidad de su nombre y exalta la persona y la obra de su Hijo. El evangelismo comunica la gracia de Dios al proveer salvación a través de la muerte sustitutoria de Cristo y su poderosa resurrección de entre los muertos. El evangelismo advierte del juicio venidero y anuncia nuestra esperanza de vivir eternamente con Dios en el cielo. Y todo se hace ante multitudes como testigos.
El corazón de Dios se alegra cuando la fragancia de su conocimiento se esparce por doquier. Aun cuando nadie se convirtiera —aunque por supuesto millares lo hacen —el evangelismo masivo debiera ser nuestro propósito porque exalta a Dios ante las multitudes. ¡Qué experiencia maravillosa!
¿Tiene futuro el evangelismo masivo? Mi respuesta es un categórico SI. ¿Por qué? Porque Dios bendice aquello que trae gloria a su nombre.
Desde nuestra perspectiva humana, esto es todo lo que cuenta. Lo hacemos para El. Y creo que quienes practican el evangelismo masivo ahora y en el futuro, serán movidos a exclamar con el apóstol Pablo: ‘ ‘Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén (1 Timoteo 1:17).