ESTRATEGIAS DE PABLO PARA EVANGELIZAR
02/25/2020¡GRAN EVANGELISTA!
02/25/2020Charles H. Spurgeon, posiblemente el más grande ganador de almas del siglo XIX, cuando apenas tenía cuatro años se sentaba en el escritorio de su abuelo y leía profundos libros de teología bíblica. Su abuelo amaba al Señor Jesús y cuidaba a su nieto, quien absorbía toda la sabiduría del anciano. Charles recibió a Jesús como Salvador cuando tenía catorce años; a los dieciséis ya predicaba el evangelio. ¡Era un adolescente! En realidad, casi un niño todavía. A los diecinueve años pastoreaba una iglesia en Londres, y a los veintidós, su congregación llegaba a 5.000 cada domingo. Pero todo comenzó en su niñez.
Dwight L. Moody, el más grande evangelista norteamericano del siglo XIX, dijo:
Ganar a un adulto para Cristo es ganar tan solo media vida; ganar a un niño es salvar una vida entera
Moody demostró que él creía en ese axioma pues semana tras semana, poco después de haber recibido a Cristo como Salvador, atraía a 3.000 niños de un barrio pobre de Chicago para enseñarles acerca del Buen Pastor. Moody amaba a la niñez y buscó ganar a los niños para Jesús. Creo que por eso Moody también amó a los adultos y supo evangelizarlos.
Yo creo en la evangelización de los niños
Creo que los niños pueden nacer de nuevo desde muy tierna edad. Si me preguntan por qué, daría las siguientes razones:
- Mis seis hermanos, mi esposa, mis mejores amigos y yo recibimos a Jesús en la niñez.
- El mismo Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños» (Mateo 19:14).
- La mayoría de los fieles siervos de Dios que conozco recibieron a Jesús por fe sencilla, mucho antes de llegar a ser adultos. ¿Acaso no fue el mismo Señor quien dijo a los adultos: «Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo. Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño es el más importante en el reino del cielo» (Mateo 18:3-4)?
- Centenares de miles de ellos vagan literalmente solos por todo el continente latinoamericano. Muchos de ellos han sido abandonados por quienes debieran haberlos protegido. Desalentados están buscando alguien que les ame. ¿No les conmueve este cuadro, que es tan real? ¿No anhela hacer algo por los niños, que son para Jesús? ¡Qué hermoso sería ver a miles de jóvenes, de señoritas, de mujeres y de hombres cristianos, llenos del amor de Dios, invadiendo literalmente las calles y las plazas de los barrios buscando que los niños conozcan y crean en Jesús!
- Quien comparte el evangelio con los niños, recibe un gran beneficio al hacerlo. Quien comienza siendo un buen ganador de almas infantiles puede llegar a ser, mejor que ninguna otra persona, un gran ganador de almas adultas. Quien sabe comunicar la Palabra de Dios a los pequeños, adquiere habilidades que no olvidará nunca, y que le capacitan para comunicar el mensaje a los adultos.
¡Hay pocos estudios mejores para llegar a ser un gran comunicador del evangelio de Jesucristo! Si desea ser un gran y útil predicador del evangelio, comience hoy con los niños.
Alabo constantemente a Dios porque Él me dio el gozo de ganar mis primeras almas para Cristo siendo un muchacho de diecinueve años y trabajando entre niños de ocho a diez años.
En último lugar, yo creo en la evangelización de los niños porque como dice la Escritura: «La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo» (Proverbios 14:34). Miles de niños que conocen a Jesús producen una nación justa y grande, libre y buena. ¡No hay mejor obra social que traer a los niños a los pies del Cordero!
¡Ganemos a cuántos niños podamos para la vida eterna!